sábado, 6 de diciembre de 2008

Errhorroroso

silencio.
implacable es la enfermedad que me tiene en tal desasosiego,
le rompo la crisma al amor de los mares por el tiempo.
olas.
sangrantes segundos que jamás pararán de
transcurrir, de estrellarse contra el acantilado de mis deficiencias.
saladas.
cristalinas son las tristezas en las que me sambullo,
se me escurren los ojos por tus lagrimales.
azules.
y fugaces son los momentitos eternos,
que dictas a mis oídos con tus siempres.
rotos.
son los gemidos entrecortados
que nos telegrafiamos en los sexos ahogados.
ignorados.
dejo a los residuos de mi fiel abandonado,
no te pienso fuera del margen que he planeado.
colmilluda.
respuesta con la que me sorprendes dando la vuelta,
acabo de venirme huyendo de filosos cadáveres,
descompuestos.
los atavíos que frondosa personalidad me forjaban,
ofrezco solo arenita para quien quiera soñar.

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