lunes, 6 de octubre de 2008

Arritmia

Danzan las hadas de tus ojos ajenjo
y qué dulce hipnosis suelo reconocer en
tu aliento.

Eres la realeza de todos mis sentimientos,
eres mi retiro y mi llegada,
la asesina de mi desastre,
eres diván para mis lastres.

Cariño,
siempre es poco tiempo,
yo te quiero para nunca,
así es mi prisa,
relativa como el mar muerto.

Amarra mis cueros,
reviéntame a golpes, sinceros,
los besos.
Envilece los vacíos obscenos,
penetra caliente a sentidos autores
de mis descontentos.

Eres en la vida
el amor
que te quiero arrancar a mordidas,
Eres fugitivo soliloquio desesperado,
contigo no tengo medidas,
eres límite sólo para las
venideras...
alegrías.

No hay comentarios: