lunes, 16 de marzo de 2009

Alegato

Te llamas imposible,
te declaras inasible.
Mis entrañas te confirman
eres lo que más para mí,
todos los días.

Se consume el letargo
de los tiempos,
disímbolos y vanos
los acercamientos.
Falta poco para la llegada,
cataclismo, esa es mi corazonada.

Se dibujan en tu rostro
alegorías, quieren
decir con tus ojos todas las
mutuas fantasías.
Sí,
me lo has dicho,
no más de nuestras solapadas
cursilerías.

Sin embargo,
eres la sombra que enmudece
mi placer,
eres la sonrisa
que oculta mis temores.

Contigo el hechizo es total,
como parcial será la
mirada,
que ahora
te quiere de rodillas
y probándome
a lengüetadas.

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